La exposición presenta trabajos de Domingo Sosa, Fermín Correa, Alejandro Delgado y Julio González
El Centro Asociado de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) de Tenerife acoge en su sede de La Laguna la muestra fotográfica II Encuentro con África. Promovida por delegación de estudiantes de Ciencias Políticas y Sociología del Centro y con la colaboración del Gobierno de Canarias, la exposición ofrece un recorrido por distintos lugares de África, según la particular visión de cuatro fotógrafos canarios: Julio González, Alejandro Delgado, Domingo Sosa y Fermín Correa. La muestra estará abierta al público hasta el 10 de junio en horario continuo de 9 a 21 horas, y del 11 al 30 de junio de 9 a 15 horas, en la sede de la calle de San Agustín, 30, en La Laguna.
Los cuatro autores presentan su visión personal del continente vecino, tan alejado socialmente del Archipiélago. La muestra suma estas distintas visiones bajo los títulos Casablanca (con fotos de Alejandro Delgado), Touareg (de Fermín Correa), Banco pesquero canario-sahariano (Julio González) y África, origen de los humanos (de Domingo Sosa).
La obra de Alejandro Delgado aspira a causar en el público la misma sorpresa que lo sacudió al recorrer Casablanca. Como visitante de esta ciudad, dice el fotógrafo, “me sorprende lo fácil que te puedes integrar en la forma y usos de la vida marroquí” gracias a la escasez de turismo. El viajero puede así disfrutar de las calles “llenas de vida”, de los mercados, de los talleres de oficios montados en calles y aceras… aspectos y costumbres que resultan “curiosos” al ojo europeo.
Domingo Sosa habla de la cuna del mundo con sus imágenes. En África, el autor encuentra señales de la presencia humana en la “desigualdad, el hambre, la desesperanza”. En contraste, la fauna salvaje, las sabanas y las selvas, la riqueza cultural de los pueblos massai, himbra, los hombres azules…
El pueblo tuareg es el objetivo de Fermín Correa. Guerreros y nómadas, forman parte del pueblo bereber, que une en ancestros comunes un territorio que va de Libia a Canarias. “El norte de África es su territorio y el desierto su casa, pero en un mundo de fronteras hechas con tiralíneas no tienen cabida”, sentencia Correa, quien señala entre los peligros que acechan a este pueblo fenómenos como la especulación del territorio por sus riquezas, entre ellas, el uranio del Teneré. Ante esta situación, el pueblo tuareg es solo “un inconveniente”, de ahí “esa rabia, agonía y desesperación que se ve en sus miradas”.
El banco pesquero que Canarias comparte con el Sáhara es el foco de interés de Julio González Domínguez, que presenta este espacio marítimo como un lugar “donde confluyen los intereses económicos y políticos de los países que lo controlan”, artífices de la extrema explotación al que los someten las grandes flotas comerciales. Estas compañías “esquilman los recursos hasta el punto de que, al disminuir las capturas, los armadores dan orden de embarrancar los barcos, porque es más rentable cobrar el seguro que vender las capturas”.