El diseñador valenciano subraya en el curso de la UIMP sobre complementos que dedicarse a la moda en España “es casi una cosa de locos”
“Somos un país que se ha incorporado a la moda hace cuatro días. La moda es cultura y somos un país muy inculto”, aseveró el diseñador valenciano Francis Montesinos durante el curso sobre complementos de moda organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santa Cruz de Tenerife, dirigido por la profesora de diseño Sara de La Cuesta Taboada.
Montesinos se refirió así a las dificultades con las que trabajan los diseñadores de moda en España, donde, dijo, se lucha más que se trabaja: “En este país casi luchas más que trabajas”, afirmó. “Siempre he dicho que me gusta trabajar, lo que no me gusta es luchar para trabajar. Eso me desespera”, dijo mientras comparó la situación del sector en España con otros países de su entorno inmediato: “En otros países la moda está muy vertebrada por toda una sociedad; en este país es casi todavía una cosa de locos. Demasiado hacemos para lo pobres que somos”.
Reconocido con la Aguja de Oro y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, Montesinos ofreció su experiencia, reflexiones y algunos consejos a un auditorio de estudiantes de diseño y moda. El diseñador hizo una defensa encendida de la creatividad: “es la única llave que vais a tener en la vida, solo la creatividad es algo que puede superar hasta una crisis”.
Por eso es necesario “pensar mucho” antes de meterse “en lo que sea”. Centrarse en lo que se quiere hacer y cargarlo de “esa magia” que permite identificar una pieza como producto de su autor. “Hay que pensar en la manera en que se hará un producto diferente” y tener un seguimiento del trabajo propio, de manera que se identifiquen las “pequeñas partes” que van a definir una firma o a un autor.
Referente en el mundo de la moda en España y a nivel internacional, Montesinos animó a los asistentes a correr riesgos. “Que no os dé miedo equivocaros porque se aprende de los errores”, subrayó, y alentó a los estudiantes con su propia experiencia: “llega un momento, después de cuarenta años, en que empiezas a saber hacer las cosas”.
Para lanzarse a crear cosas nuevas, el diseñador recomendó a los estudiantes “aprender a copiar” para dominar todas las técnicas: “Hasta que no sepas todas las técnicas de las producciones es muy difícil hacer algo nuevo. Cuando sepas cómo se producen las cosas, empezarás a hacer cosas nuevas”.
“Dominar el lenguaje” del tejido, de las líneas, de los colores, es esencial. El color es algo más claro, “porque tiene un vocabulario que todos más o menos conocemos y la línea es más complicada al buscar las definiciones que quieres mostrar”. De los complementos, por su parte, “se ha de ver lo bien hechos que están. Casi deben ser obras de arte”.
La confección después del diseño
“El diseño es muy importante, pero saber construir es casi el 50% del trabajo”; de esta manera definió Montesinos la labor de un diseñador, que debe “buscar buenos fabricantes y materias primas fantásticas”, porque el producto debe estar “muy bien hecho”. Para que el resultado sea el mejor, “el equipo es importantísimo: si no tienes el mismo lenguaje que el patronista, no resulta”, es más, quien hace los patrones, si es bueno, “te puede sugerir muchas cosas, porque posiblemente sepa llegar antes que tú al final”.
El papel de los materiales con los que trabaja el diseñador “es importantísimo”, porque “se nota la diferencia”, con la vista y el tacto. Ese plus de calidad es algo que debe detectar “enseguida” un profesional de la moda. Cuando la selección de las materias es la correcta, “se nota porque fluye”. Pero una vez escogida, hay que “cargar” la materia prima con “tu personalidad como diseñador”. Con esta filosofía, Montesinos elabora en su taller el 80% y a veces el 100% de las materias que emplea en sus colecciones.
Dar ese sello único a una pieza “es lo más importante para una marca, que el producto esté identificado, que nada más se vea se sepa de quién es”. Desde el punto de vista creativo, es muy importante cargar a la materia prima de la personalidad del autor: “No es lo mismo comprar una tela o una piel a que tú imprimas algo que va a ser tuyo, que no lo va a tener nadie y que va a ser reconocible gracias a esa magia que tú le has cargado. La materia tenéis que hacerla vuestra”.
A la hora de escoger materiales, Francis Montesinos mostró su preferencia por las fibras naturales: “Con los materiales yo a veces diría que soy un poco monótono porque me gustan los de siempre. Me encuentro muy cómodo con las fibras naturales. Conozco su lenguaje y sé cuál será el resultado”. Respecto al corte, el diseñador advirtió: “cuanto menos cortes la tela, menos la asesinas”.