La sala y la tienda atienden en horario de tarde y mantienen un aforo limitado para personas que cumplan las medidas de seguridad establecidas
Espacio Bronzo reabre su sala de arte con la exposición El cuerpo infinito, de Ana Lilia Martín. La exposición se mantendrá abierta hasta el 3 de julio, para ofrecer al público la oportunidad de encontrarse directamente con la obra de la escultora palmera después de que la sala tuviera que cerrarse diez días después de su inauguración, el pasado 16 de marzo, por la declaración del estado de alarma con motivo de la pandemia por la COVID-19. La sala estará abierta de lunes a viernes en horario de tarde, de 17.00 a 20.00 horas, mientras que el sábado lo está de 11.00 a 13.00 horas.
Dada la situación de “fase 1” en la que se encuentra Tenerife en estos momentos de desescalada de ese estado de alarma, Espacio Bronzo destaca que el aforo del espacio está limitado a cuatro personas en el caso de la sala de arte y cinco, en el caso de la tienda, que se encuentra en el mismo número 19 de la calle Núñez de la Peña de La Laguna. Asimismo, las personas que acudan a la sede de Espacio Bronzo deben mantener las medidas de seguridad establecidas para esta fase: usar mascarillas, guantes y gel, así como mantener la distancia de dos metros.
En la exposición El cuerpo infinito, Ana Lilia Martín presenta 26 piezas, la mayoría de ellas, de terracota policromada, a lo que se suma una instalación de dibujo sobre papel vegetal. Se trata de modelados del cuerpo humano, como es tradicional en la trayectoria de la escultora, que siempre ha trabajado sobre este motivo. En esta ocasión, las obras siguen la línea desarrollada por Martín más recientemente, un trabajo mixto o de simbiosis entre el cuerpo y la naturaleza, por lo que las piezas semejan híbridos entre humanos y elementos vegetales u objetos encontrados.
La muestra ha estado disponible en las redes sociales de la sala de arte a través de videos con fotos de las obras a cargo de Raúl Santana, acompañadas de los poemas de Cecilia Domínguez Luis, Félix Hormiga y Roberto Toledo Palliser que forman parte de esta propuesta artística. “Ahora es el momento de sentir las piezas en su realidad tridimensional, de disfrutar del volumen, del cambiante modelado provocado por la luz y de los textos de los poemas”, manifiesta Ventura Alemán, portavoz del equipo de Esculturas Bronzo.
“La creación de Ana Lilia emana de la experimentación, la búsqueda de lo humano en franca y profunda relación con otros materiales, vegetales o no orgánicos, una relación umbilicada, un reparto de vida que actúa sobre la suma”, asegura Félix Hormiga en uno de los textos que acompañan al catálogo de la exposición. Hormiga se refiere a las piezas de El cuerpo infinito como “el nacimiento de una nueva primavera”.
A propósito de la propuesta de Martín, el crítico destaca que “el ser humano puede sentir el viento de otra manera, por el mover de las hojas o el campanil de los pistilos de una flor que, de manera determinante, es él. Y él y el árbol, o lo que partiera del holismo creador de Ana Lilia, son un único ser, comparten un mismo latido y el flujo de la sangre y la savia que recorren esa entidad nueva en la que se han convertido”. Así, ante la mirada del público, “el mundo cambia, de igual manera que ha cambiado la realidad para estos nuevos seres”.
“Aprender a pronunciarnos sin palabras es la odisea que nos propone Ana Lilia Martín”, apunta en el mismo catálogo Roberto Toledo Palliser, quien refiere también esta otra propuesta de la escultora: “transformar la mirada o el tacto en ensoñaciones que narran el vuelo silencioso del espíritu en busca de un cielo que sostenga sus alas, no con la invocación de las palabras, sino con las potencias de su arte creativo, esculturas surrealistas que acarician nuestro inconsciente, invitándonos a transitar lo onírico para recuperar, como en la infancia, el agua de la vida”.
A juicio de Cecilia Domínguez Luis, las esculturas de Martín obligan al público a “imaginar, a reconstruir el resto, a partir de nuestra propia concepción de la naturaleza humana”, de forma que la autora “nos invita a detenernos ante ellas y a reflexionar sobre nosotros mismos. La escultora apuesta por una mirada que nos desnuda y, al mismo tiempo, nos confirma en la vida, que se convierte en esperanza de futuro en esas mujeres embarazadas, en esas cabezas de las que surge un mundo vegetal: ramas, hojas, flores. Todo un anuncio, una promesa de un renacer”.
Espacio Bronzo
El Espacio Bronzo es un centro de referencia del arte escultórico en Tenerife: La sala da cabida también al trabajo artístico basado en instalaciones, la joyería y la artesanía. Sala de arte y tienda, es una iniciativa del taller de fundición Esculturas Bronzo, concebida como un espacio de actividad cultural dedicado a la escultura, el diseño y la joyería. La sala lagunera cumple en breve sus seis años de existencia, convertida en un punto de encuentro curioso en el que se unen el público y los artistas plásticos que residen o trabajan en las Islas.
En paralelo a la sala, Bronzo muestra al público los objetos singulares que el taller de fundición artística elabora al aplicar la técnica escultórica no solo a piezas de arte, sino también a piezas de diseño o funcionales que lleguen a todo el público. Con este planteamiento, Bronzo presenta tanto esculturas de autor, de los muchos escultores con los que trabajan habitualmente, como series de producción limitada diseñada y elaborada por los escultores del taller.
Se trata de objetos fundidos en bronce, aluminio o plata que pueden ser objetos decorativos, pero también funcionales —lámparas, relojes, mobiliario, joyería—, además, el público puede pueda encontrarse en este espacio con los miembros de la fundición, ya sea para proponerles una personalización de los objetos que están en la tienda, como para crear nuevos objetos con sus propias aportaciones, ayudándolos a recorrer el camino de la idea al objeto. Esculturas Bronzo está formado por los escultores Francisco de Armas, Evelina Martín y Ventura Alemán, licenciados en Bellas Artes por la Universidad de La Laguna.
Fotos: Raúl Santana.