El acto, guiado por el artista gomero, sirve de clausura a la muestra, que incluye varias esculturas exentas y una sugestiva colección de platos pintados
Espacio Bronzo participa en La Noche en Blanco de La Laguna con una visita guiada a la exposición Fetiches, de Luis Alberto Hernández, en la que el autor presenta su obra tridimensional más reciente. El acto, guiado por el artista gomero, sirve de clausura a una muestra que incluye varias esculturas exentas y una sugestiva colección de platos pintados. El acto tendrá lugar a las 17.00 horas del próximo sábado, 16 de noviembre, en la sala lagunera, situada en la calle Núñez de la Peña, 19.
En palabras del historiador y crítico Eliseo G. Izquierdo, con Fetiches, Hernández “regresa una vez más a las islas para exponer su obra reciente, conformada por una veintena de piezas de forma circular en las que aúna, con habilidad, el particular imaginario característico de su pintura con elementos y recursos propios del ámbito escultórico”. A lo largo del recorrido, guiado por el propio autor, el público tendrá la oportunidad de contrastar su propio punto de vista y el de los críticos con las observaciones de quien ha creado las obras.
Perteneciente a la Generación de los 70 y miembro de la Real Academia Canaria de Bellas Artes desde 1988, el creador de Fetiches es un pintor que ha desarrollado también una línea de trabajo tridimensional, con esculturas muy personales. Afincado en Madrid, el artista conserva estrechos vínculos con su isla natal y con Tenerife. Mantiene una colaboración fluida con el taller de fundición artística de Esculturas Bronzo y con su sala de arte, en la que ha estado presente a través de la presentación anual de joyería contemporánea. De ese contacto nace la propuesta de Espacio Bronzo para que presente en la sala especializada en escultura su obra escultórica más reciente.
El artista se confiesa atraído “por objetos que emanan una apariencia o áurea fetichista”. Así, las piezas que presenta en Espacio Bronzo, “colmadas de colgaduras, formas ambiguas y extrañas relaciones, se vinculan con lo primitivo, con el sortilegio, y se antojan portadoras o transmisoras de ciertas magias, como la que alberga, al fin y al cabo, todo acto creativo al discurrir entre la transformación y lo revelador”, según Izquierdo. A un tiempo, las obras que forman parte de esta exposición “también son espejo de deseos y obsesiones, y evocación de sensaciones y recuerdos, fetiches, por lo tanto, de memorias y anhelos”.
Las piezas que se muestran en Fetiches son “formas primitivas, protuberancias y colgantes turbadores. Artilugios extraños, ambiguos, contradictorios”, según el crítico, quien destaca que “la perfección circular del tondo, la superficie pulida y resbaladiza del plato, torna aquí en objeto deformado, torturado y torturador, sobre el que se adhieren masas y miembros, retazos de origen diverso que asoman, como oscuras fantasmagorías, a través de estos óculos mágicos”. En definitiva, según Izquierdo, Fetiches es “un festín de recuerdos y maneras, concreción de memorias y homenajes. Sortilegio acaso de un tiempo que nos devora y que no alcanzamos a devorar de pleno. Digestión, tal vez, de deseos y obsesiones que alimentan toda una vida creando, retratando fetiches sobre el lienzo. El viaje está servido”.
Luis Alberto Hernández estudió en la Escuela de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, perteneciente a la Universidad de La Laguna (ULL), en la Escuela de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría (Universidad de Sevilla), en la Escuela de Pintura Mural de San Cugat del Vallés (Barcelona) y en la Academia de Pietro Vanucci de Perugia (Italia). En el centro universitario sevillano obtuvo el Premio Final de Curso en 1969. Entre los premios que ha obtenido destacan el de Dibujo de la Bienal de Deporte en el Arte, Las Palmas de Gran Canaria (1974), el Internacional de Pintura «Antonio Padrón» de Las Palmas de Gran Canaria (1976), el «Amigos del Castillo de Entrecasteaux» en la I Primera Bienal internacional de Arte Contemporáneo de Brignoles {Francia, 1986), el Gran Premio «Rainiero III», en el Festival Internacional de Arte Montecarlo (Mónaco, 1987) y el «Pierre Danny», en el Salon National de Rambouillet (Francia, 1990).
Desde 1969 hasta la actualidad, la obra del artista canario ha estado presente en más de 40 exposiciones individuales y otras tantas colectivas, en las salas más importantes de Canarias, como el Ateneo de La Laguna, Conca, Leyendecker, Magda Lázaro, Círculo de Bellas Artes de Tenerife, La Regenta, Casa de Colón de Las Palmas, Instituto Cabrera Pinto, Centro de Arte Juan Ismael (Fuerteventura), El Aljibe (Arrecife) y CajaCanarias. En esta larga lista se encuentran también salas peninsulares e internacionales, como Galiarte, Arambol y Galena (en Madrid), Museo de Toulon, Galería A. Chwat, de Brignoles, Galería Athanor, de Marseille (en Francia), a lo que se suma la participación en la VI Bienal de Florencia en 2007.
El Espacio Bronzo es un centro de referencia del arte escultórico en Tenerife. La sala da cabida también al trabajo artístico basado en instalaciones, la joyería y la artesanía. Sala de arte y tienda, es una iniciativa del taller de fundición Esculturas Bronzo, concebida como un espacio de actividad cultural dedicado a la escultura, el diseño y la joyería. La sala lagunera cumple este mes sus seis años de existencia, periodo en el que ha logrado convertirse en un punto de encuentro curioso en el que se unen el público y los artistas plásticos que residen o trabajan en Tenerife.
En paralelo a la sala, Bronzo muestra al público los objetos singulares que el taller de fundición artística elabora al aplicar la técnica escultórica no solo a piezas artísticas, sino también a piezas de diseño o funcionales que lleguen a todo el público.