La cerámica esmaltada protagoniza esta reflexión sobre los procesos de toma de conciencia
El taller de escultura y fundición artística Esculturas Bronzo inaugura este viernes en su sala de La Laguna la exposición Las vírgenes locas, una exploración de la obra del artista tinerfeño Carlos Rivero. La exposición se abre el viernes 17 de enero, a las 20.00 horas y permanecerá abierta hasta el próximo 1 de marzo.
El Espacio Bronzo, situado en la calle Núñez de la Peña nº 19, ha sido creado por el taller de fundición para promover la creación artística centrada en la escultura y los objetos de diseño o funcionales e incluye tanto la sala de exposiciones como una tienda de arte y artesanía que sirve a la vez como lugar de encuentro entre creadores y público. Habitualmente, la sala de Bronzo se suele dedicar casi exclusivamente a las esculturas; en esta ocasión, Rivero presenta 18 piezas de cerámica esmaltadas en blanco y negro. Además, la muestra se complementa con siete dibujos de pastel sobre papel y la serie escapularios, de cerámica y fieltro.
El título Las vírgenes locas es una referencia a la parábola bíblica de las vírgenes locas y las vírgenes sabias, en la que se hace una alusión a la prudencia, a la importancia de estar precavidos y preparados para el encuentro divino. El artista tinerfeño juega con este trabajo con este mensaje al darle la vuelta y subrayar solo el papel de las vírgenes locas, con lo que el autor expone la idea de que para tener sabiduría es necesario haber sido imprudente, haberse perdido y haberse saltado las normas. “Solo a partir de ahí uno puede tomar conciencia de quién es, de cuál es su lugar en el mundo y de qué modo quiere habitarlo”, señala Rivero.
Una de las primeras referencias con las que Carlos Rivero aborda este trabajo son las vírgenes románicas, figuras hieráticas con los ojos abiertos y la mirada fija. En ese estatismo encontró las formas más apropiadas para sugerir, al mismo tiempo, un estado de perturbación o de trascendencia. Lo ambiguo y lo equívoco es utilizado por el autor para transitar por un camino de búsquedas oscuras que solo sabe sugerir, consciente de que su vida y su obra ha estado marcada por las mismas imprudencias que las de estas vírgenes locas.
Carlos Rivero, nacido en Valle de Guerra, Tenerife, se inició como artista plástico en los años 80 y cuenta con obras en la colección del TEA, tiene en su haber alrededor de 50 exposiciones, entre individuales y colectivas, en las que ha mostrado una constante e inquieta investigación en distintos terrenos de las artes plásticas, consiguiendo una lenguaje particular que identifica su obra en cualquier formato o técnica que decida abordar.
De la idea al objeto
El Espacio Bronzo, sala de arte y tienda, es una iniciativa del taller de fundición Esculturas Bronzo, concebida como un espacio de actividad cultural en el que exponer trabajos de diferentes artistas de los muchos que elaboran sus piezas en el taller.
En paralelo, Bronzo muestra al público los objetos singulares que elabora al aplicar la técnica escultórica no solo a piezas artísticas, sino también a piezas de diseño o funcionales que lleguen a todo el público. Con este planteamiento, Bronzo presenta al público tanto esculturas de autor, de los muchos escultores con los que trabajan habitualmente, como series de producción limitada diseñada y elaborada por los escultores del taller.
Se trata de objetos fundidos en bronce, aluminio o plata que pueden ser objetos decorativos pero también funcionales —lámparas, relojes, mobiliario, joyería—, además, el público puede pueda encontrarse aquí con los miembros de la fundición, ya sea para proponerles una personalización de los objetos que están en la tienda, como para crear nuevos objetos con las aportaciones del cliente, ayudándoles a recorrer el camino de la idea al objeto. Esculturas Bronzo está formado por los escultores Francisco Rodríguez, Evelina Martín y Ventura Alemán, licenciados en Bellas Artes por la Universidad de La Laguna.