Locales comerciales, de ocio y hoteles compran el paquete de productos de imagen Mueca, mientras se ultiman los detalles de los conciertos Cómplices y de la Marcha Cicloturista
La ciudadanía de Puerto de la Cruz implicada en el apoyo a la realización del Festival Mueca se moviliza en estos días a través de la Plataforma Cómplices Mueca para distribuir el paquete de productos con la imagen del festival correspondiente a este año. Esta semana comenzó la distribución de los paquetes de productos comerciales en hoteles, locales de ocio, comercios y centros de servicio de Puerto de la Cruz, consistentes en una serie de camisetas, bolsas y gorras identificativas de la duodécima edición.
La venta de este tipo de productos comerciales se utilizó por primera vez en 2012, con la intención de facilitar a los ciudadanos y, en particular, a las empresas que finalmente resultan beneficiadas económicamente por la existencia del Festival, un mecanismo rápido y seguro para aportar fondos, que son administrados por la Plataforma Mueca.
En la edición de este año, Mueca cuenta con apoyos institucionales conquistados de nuevo gracias a la recuperación del Festival tras su suspensión en 2010 y 2011. Sin embargo, continúa siendo necesaria la movilización ciudadana y del tejido empresarial de la ciudad. Así lo explica Hortensia Hernández, presidenta del Centro de Iniciativas y Turismo (CIT) de Puerto de la Cruz, que anima “a todos a mantener esta apuesta por el festival”. “Seguimos necesitando los apoyos de todos”, insiste Hernández, porque “Mueca era una cosa que todos queríamos. Ahora ya está caminando y no podemos dejar de apoyarlo”.
Otras de las acciones pro-Mueca, concebidas también con un fin recaudatorio, son los Conciertos Cómplices y la Marcha Cicloturista. El primero de los conciertos, organizados con la colaboración del Área de Cultura municipal, presenta a Benito Cabrera y Tomás Fariña, Mark Peters, Martina y Fernando Ortí bajo el título genérico Del Renacimiento a los Beatles, en el que, guiado por el timple y la guitarra, el público se trasladará en un paseo musical por épocas y estilos. Este primer concierto tendrá lugar el próximo 18 abril, a las 20.30 horas en el Castillo de San Felipe.
El 20 de abril se celebra el concierto del grupo de percusión Dautaka, Sobrelamarcha y Ni un pelo de tontos, en la Plaza de Europa, a las 20.00 horas; el pago de una entrada de cinco euros da derecho a una consumición. Las entradas de ambos conciertos se venden en el Castillo de San Felipe, la librería Masilva, el Centro de Iniciativas y Turismo (CIT) de Puerto de la Cruz, y en taquilla los mismos días de los conciertos.
Los Conciertos pro-Mueca surgieron en 2012 como propuestas desde la ciudadanía junto con el ofrecimiento altruista de músicos para atender la necesidad de buscar fondos para la financiación del Festival. El segundo concierto Cómplice se celebra una hora después de la llegada de la Marcha Cicloturista a la plaza de Europa. La marcha, que también se celebra el 20 de abril, sale a las 15.00 horas de la misma plaza y regresa a las 19.00 después de recorrer siete municipios del norte de Tenerife a lo largo de 67 kilómetros.
La inscripción cuesta 15 euros para los ciclistas federados y 20 para los no federados y se podrá realizar en Bicistar (Puerto de la Cruz), Gofis Bici (Los Realejos), Triciclos (Santa Cruz y Santa Úrsula), Bicicletas Gil y Bike Center Tenerife (La Laguna) y Probicis (San Isidro). Además, la inscripción incluye la aportación de un artículo de aseo, limpieza o alimento no perecedero para su uso con fines solidarios. Cualquier información puede consultarse en el correo del club Triatlón: triatlontripto@tripto.org y en su página web.
De esta manera, ciudadanos, artistas, empresas y gestores culturales se suman al esfuerzo institucional para recuperar primero y ahora para garantizar un evento cultural que en pocos años se ha convertido en una de las señas de identidad de la ciudad. Esta confluencia de distintos sectores ciudadanos en el sostenimiento del festival es uno de los rasgos más característicos del Mueca actual, que entre sus valores incorpora ahora un modelo de gestión participativo y comunitario que otorga al festival un signo característico diferenciador y esencial.