La película narra un experimento sociológico que descubre a un indigente culto y vital que esconden su pasado en las calles de Madrid
El director madrileño Jaime García Mayoral, que acude al concurso nacional de la séptima edición de MiradasDoc con Peces (56´ / 2012 / España), explicó ante el público del festival que su película es «un documental de ficción», con el que pretende «llamar a la reflexión sobre este género» y reivindicar un lugar para él. García Mayoral admitió que el hecho de que su primer trabajo documental viaje «entre las aguas de la ficción y la realidad» le supone un difícil encaje en muchos festivales y, por tanto, no está resultando fácil «moverla» en los diferentes circuitos audiovisuales.
Este cineasta, que es guionista, productor, realizador y editor de Peces, concluyó su película la pasada primavera tras casi un año de trabajo, y hasta ahora solo se ha mostrado en el Festival de Sitges, por lo que agradeció que haya sido seleccionada por MiradasDoc.
Respecto a las facilidades para acceder a la financiación, explicó que él mismo ha sufragado todo los gastos, y «como no quise recurrir a métodos muy sofisticados, pude hacerlo, aún así estoy convencido de que el resultado ha valido la pena». También destacó que el rodaje coincidió en las calles de Madrid con la explosión de movimiento 15M, con lo que las imágenes de los indignados enriquecieron en buena medida su documental.
«Mi objetivo es lograr mover conciencias y que dejemos de mirar a otro lado para ignorar una realidad creciente en las calles de nuestras ciudades, fundamentalmente en Madrid, donde la indigencia crece a pasos agigantados a medida que la crisis se hace más profunda», dijo García Mayoral.
La película comienza con la búsqueda de un protagonista, al que un sociólogo le ofrece treinta euros cada día durante un mes para realizar un estudio sobre cómo evoluciona la vida de una persona en la marginalidad cuando percibe un ingreso continuado. Tras varios fracasos, acaba encontrando a Juancho, que resulta ser todo un descubrimiento: un ser culto y vitalista, que apenas desvela su historia y esconde su pasado en las calles de Madrid.
«Yo soy un pescador sin caña», afirma Juancho en una de sus conversaciones con Carlos, el sociólogo, que a medida que trascurren los días se muestra más perplejo e intenta descubrir la historia de un indigente que es capaz de recitar a Calderón de la Barca. Este se resiste. Finalmente, un día confiesa que padece una enfermedad terminal y desaparece.
El desconcierto hace que el sociólogo comience a indagar en internet sobre un grupo teatral al que Juancho insinuó pertenecer; encuentra y entrevista a dos de sus miembros y consigue imágenes de sus trabajos de actor, así como testimonios de su buen talante y su enseñanza teatral. También ellos lo vieron desaparecer un buen día.
Peces retrata «la mendicidad que no queremos ver y a la que ignoramos por incómoda», insiste García Madrigal, quien añade que su película refleja «una realidad innegable y creciente, aunque para ello lo contemos con un guión y con ficción».