La directora suiza, miembro del jurado del concurso internacional de MiradasDoc junto a Ulla Rapp y José Luis Guerín, alaba la faceta formativa del Festival
Marianne Pletscher es miembro del jurado del concurso internacional de largometrajes y cortometrajes del Festival Internacional de Cine Documental de Guía de Isora MiradasDoc, que se celebra hasta el próximo 5 de noviembre en el municipio tinerfeño de Guía de Isora (Islas Canarias). Reconocida directora suiza, lamenta que el cine documental ya no tenga cabida en las salas de cine y alaba la faceta formativa de MiradasDoc. La realizadora comparte las tareas de jurado con Ulla Rapp, programadora de festivales como el Internacional de Múnich y la Berlinale, y con el realizador catalán José Luis Guerín.
Pletscher tiene a sus espaldas más de 50 documentales, la mayoría de ellos sobre temáticas sociales y sobre arte. Además, su actividad profesional también la ha llevado a la enseñanza: ha sido profesora de cine documental en Suiza, Nepal y Cuba, país al que acude anualmente a impartir clases en la Escuela de Cine y Televisión Internacional. Después de licenciarse en Idiomas en Zúrich y en Ciencias Políticas en la Universidad de Harvard (EEUU), la directora viajó a Hollywood para hacer cine de ficción, pero allí descubrió que lo suyo eran los documentales. Previamente, su afán por retratar la realidad la llevó a convertirse en una de las más conocidas reporteras y documentalistas de la televisión suiza.
Después de haber estudiado idiomas y ciencias políticas, ¿cómo acabó en el mundo del cine documental?
Yo empecé muy joven como reportera en la televisión. Vi que hacer películas me gustaba mucho y fui a estudiar a EEUU para hacer cine de ficción. En Hollywood descubrí que me gustaba mucho más el documental que la ficción, así que decidí, siendo reportera, que quería hacer películas en las que busco más la profundidad de las cosas.
Con su amplísima experiencia como profesora de cine documental en varios países, ¿qué consejos daría a los jóvenes que deciden adentrarse en la aventura de hacer documentales?
Yo pienso que hoy es más difícil que antes hacer documentales. Y es menos difícil también porque con los medios de que se dispone, que son baratos, se puede empezar casi con nada. Lo que yo aconsejo a los jóvenes es que empiecen a hacer documentales. Estudiar está muy bien, pero desde el primer momento tienen que hacer cosas, probar un lenguaje cinematográfico que les guste. Eso es lo más importante.
¿Por qué decidió orientarse hacia trabajos que abordan asuntos de carácter social como el suicidio o el problema de los refugiados y los asilados?
Porque la vida social de la gente es lo que más me interesa de todo, pero también he hecho muchos documentales de arte. Esos son los dos temas que más gustan y siempre he logrado desarrollarlos porque en la televisión aprendí a vender las cosas que me interesaban mucho personalmente.
¿Cree que el sector del documental puede abrir una brecha en la industria cinematográfica para ocupar parte del terreno que ocupa actualmente el cine comercial?
Eso es casi imposible hoy. Lo que podemos hacer es luchar para que los buenos documentales sigan existiendo en las televisiones, porque en el cine el documental está limitado a las salas de arte. Me duele mucho decirlo, pero el documental ya no tiene cabida en las salas de cine.
¿Qué impresión se lleva de MiradasDoc?
El nivel de las películas que se presentan a concurso es muy bueno y los tres miembros del jurado estamos muy felices con los premios que finalmente hemos decidido. En cuanto al Festival, no lo conocía, aunque mi amiga Claudia von Alemann, que estuvo hace unos años como jurado, me contó algo alguna vez. Algo que me gusta mucho es que MiradasDoc hace enseñanza al mismo tiempo. Una mañana fui a ver cómo mostraban documentales a los niños, y eso me pareció una muy buena idea.