Los discos de Tom Zé “son documentales cantados” dice el director asturiano Igor Iglesias, autor de la película Tom Zé, Astronauta Libertado, que participa en el Concurso Nacional de la quinta edición de MiradasDoc y que se exhibe este viernes a las 22 horas en el Auditorio de Guía de Isora y que contará con la presencia de Iglesias, recién llegado a Tenerife.
El cantante brasileño Tom Zé es reconocido fuera de Brasil como el hombre que está detrás del “tropicalismo”, el movimiento cultural que hermanó la música brasileña con el rock y que acabó disolviéndose por el empuje de la dictadura. El movimiento reveló el potencial y la voracidad de un Brasil joven y deseoso de incorporar el mundo a su arte, y viceversa. Sin embargo, Tom Zé, el personaje que da cuerpo al documental de Iglesias, ese “astronauta libertado”, según el título de la película, es un personaje que, si pudiera encajarse en una definición es la de indefinible: su grandeza, su originalidad y su fuerza superan los reducidos espacios de las definiciones.
El resultado del trabajo de Iglesias, tras cuatro años viviendo por y para su película sobre el artista brasileño, es quizás una de las mejores definiciones del músico, pero porque el documental, en el espacio de sus noventa minutos concretos y delimitados, crea una ámbito suficiente para abarcar la dimensión de un artista excepcional. Este formato de largo audiovisual, realizado con el tesón, el conocimiento y la pasión que Iglesias puso a lo que inicialmente fue “un quimera personal” es, a juicio de Tom Zé, el mejor retrato que se le ha hecho.
Todo empezó con una pasión por Brasil que llevó al realizador asturiano a engancharse al mítico programa Cuando los elefantes sueñan con la música, de Carlos Galilea, en Radio Tres. Con ese arte con el que Galilea ve más allá de lo inmediato, llevó hasta Igor Iglesias la figura de Tom Zé, rescatada del olvido por David Byrne tras un encuentro casual con la discografía del brasileño.
La vida de Tom Zé reúne todo lo que hay en una biografía interesante: talento, oportunidad, éxito, olvido, recogimiento, ostracismo, redescubrimiento y regreso y todo esto aparece por la cinta que se presenta este viernes en MiradasDoc, además de los mejores momentos de unas casi clases magistrales que dio en Asturias cuando, en medio del proyecto del documental, Igor Iglesias consiguió llevar a Tom Zé a Asturias. “Me interesaba mucho descontextualizarlo”, sacar al autor de su lugar habitual y verlo con perspectiva, explica el director. La diferencia de idioma no fue un obstáculo para la comunicación en este taller, porque “todo fluyó muy bien a través de la música”, señala Iglesias.
El documental no es un recorrido al uso por la vida de un artista. El documental ofrece al espectador varias joyas: el testimonio de gente que lo conoce muy bien, como su mujer y agente, o la cantante Rita Lee, que lo definen de manera excepcional. Para Rita Lee, Tom Zé nació con más de doscientos años y a lo largo de los más de 70 de su vida cada año va rejuveneciendo mientras los demás seres humanos hacemos el recorrido vital habitual desde la nada a la nada por el camino del envejecimiento.
Su mujer lo describe como un Erê, esa figura de la cultura afrobrasileña que es algo así como un duende irreverente, amigo y guía de la juventud. Desde luego, parece que la religión que llevaron los esclavos africanos a Brasil ya tenía noticias anticipadas de Tom Zé, porque así se le ve en su película: amigo y hermano de los más jóvenes, identificado con sus ansias y dotado de una energía desbordante. El resultado de su creatividad, sin embargo, es el de un hombre sabio, el que tiene la virtud y la extraordinaria ventaja de haber exprimido las experiencias y que es capaz de sumar esa sabiduría a la fuerza indómita de los más jóvenes.
En el proceso de documentación, Iglesias contó con el apoyo del canal TV Cultura de Brasil, que suele ser habitual en el mercado de MiradasDoc. En su fondo documental encontró Iglesias otras de las joyas de su película: intervenciones en la televisión en los años 60 ó 70 en los que el músico explica su ideario estético y vital: la vivencia de la música popular, la tesis de las raíces mozárabes de la música brasileña por su vínculo con los juglares medievales, la prouesta del “periodismo cantado” que lo lleva a reflexionar sobre la dinámica social en sus temas, la pasión por la investigación que lo lleva a trabajar sus discos durante cuatro o cinco años… En fin, todo un ideario vital y estético en el que las consluiones del hombre maduro, rodadas en color, son subrayadas y reafirmadas por el artista de juventud que hacía sus declaraciones de principios desde la tele en blanco y negro. Es un acierto en el proceso de edición que merece un buen aplauso.
Tom Zé, Astronauta Libertado, llega a MiradasDoc después de pasar con éxito por el Sâo Paulo Film Festival, donde se estrenó y obtuvo el premio del público, el Bogotá Film Festival, donde obtuvo la mención especial del jurado, el Film Festival de Varsovia, donde obtuvo el premio revelación y otros trece festivales.