El crítico musical colombiano Luis Daniel Vega destaca el esfuerzo de Contamíname para reflejar el fenómeno del impacto de los desplazamientos forzados en la música del Pacífico colombiano
Cantos de desarraigo muestra un “ejercicio de memoria colectiva donde no se oculta la barbarie para mostrar la belleza”, según el crítico musical colombiano Luis Daniel Vega. El disco-libro de la Fundación Contamíname refleja el fenómeno de fusión cultural producto de los desplazamientos forzosos de los habitantes de la región del Pacífico colombiano hacia el interior como consecuencia del conflicto político que vive el país.
Cantos… es el resultado de una investigación dirigida por la antropóloga Adriana Molano, coordinadora del Grupo de Patrimonio Inmaterial del Ministerio de Cultura de Colombia, en el que participaron Andrea Restrepo, historiadora especializada en Estudios Culturales, y el músico y compositor Mateo Molano, director de la Orquesta Tumbacatre. Los tres investigadores, según Vega, “lograron atar dos cabos contradictorios de la realidad nacional [colombiana] para recapitular los horrores del desplazamiento forzado” y muestra cómo a raíz de éste, las músicas del Pacífico colombiano “han sufrido procesos inevitables de mestizaje en la medida que el desarraigo ha llevado a una buena porción de sus actores principales a instalarse en complejos urbanos como Buenaventura, Cali y Bogotá”.
El resultado, “por fortuna”, a juicio del periodista colombiano, “no es un documento oficial lleno de cifras y culpables ni tampoco es una colección de música pensada bajo el sospechoso fervor optimista del tipo Colombia es Pasión”. La realidad del desplazamiento forzado que durante más de veinte años han sufrido las comunidades afro-descendientes del Pacífico colombiano “es espeluznante”, tanto como “serio” es el propósito de esta iniciativa de Contamíname: “seguir poniendo en evidencia” esta situación ante la comunidad internacional y la población colombiana.
Tradición y corte urbano
El crítico distingue tres tipos de músicas entre las recopiladas a raíz del proceso de investigación que condujo al disco-libro: “las manifestaciones de corte urbano más relevantes en los últimos años”, visibles en el trabajo de ChocQuibTown, Bahía, La Revuelta, Tumbacatre, Saboreo, Mojarra Eléctrica y Comadre Araña; los grupos de marimba de chonta y chirimías tradicionales de Canalón, El Negro y su Élite, Ritmo Son, la Chirimía Tradicional de Leónidas Valencia, Zully Murillo y el Grupo Naidy, y tres grabaciones inéditas de Diocelino Rodríguez, Silvino Mina y Gualajo Torres, “legendarios maestros” que no habían tenido visibilidad hasta ahora. Luis Daniel Vega presenta estas dos expresiones de la tradición recogidas en el disco como “testimonio de resistencia pasiva ante el desplazamiento”.
Finalmente, el libro recoge también testimonio dramático de campesinos, dibujos realizados por niños desplazados y la “sobrecogedora crónica Buenaventura, la resistencia negra”, escrito por Alfredo Molano. Otros textos muestran “que las músicas tradicionales del Pacífico colombiano no son solo expresiones meramente estéticas sino también experiencias políticas y sociales” y ayudan a entender al lector el concepto Nueva Música Colombiana.
Cantos de desarraigo nace de la colaboración entre Contamíname, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y Adriana Molano. Para conseguir el disco, se puede localizar las tiendas que lo distribuyen en la página web de Contamíname, www.contaminame.org y en www.resistencia.es/spa/item/mapa_tiendas.html.
Para leer el libro y escuchar el disco: