Los alumnos del taller de producción identifican los códigos del relato audiovisual para el documental a través de la obra y la experiencia de la realizadora hispano-nicaragüense
“Sufro los contenidos y me divierto en lo formal, el día que no sea así, lo dejo”, la expresión sintetiza la pasión con la que la realizadora hispano-nicaragüense Mercedes Moncada vive su vocación de cineasta. Moncada dirige en MiradasDoc el taller Producción de cine en documental. A través del análisis de su propia obra, los asistentes al taller identifican el papel del autor a lo largo de todo el proceso de producción, desde que define la idea hasta que concluye la película y se lanza a la búsqueda de un espacio en el mercado.
“La idea subjetiva se materializa en contacto con los demás: un panorama general de la búsqueda de fondos, exhibición, posibles mercados y públicos” es la frase con la que la autora sintetiza el contenido del taller, en el que los estudiantes han hecho un recorrido por la personal filmografía de la directora residente en México. “Me gusta mucho filmar, jugar con la narrativa; prefiero no sentirme limitada por los recursos”, dice la directora para explicar su libertad a la hora de utilizar códigos diferentes a los habituales en el documental, algunos de ellos cercanos a la ficción.
Para los participantes en el taller esa libertad formal ha sido uno de los descubrimientos del alcance ilimitado que puede tener el lenguaje del documental cuando se consigue definir una mirada personal. La primera película de Moncada, La Pasión de María Elena (2003), ganadora del premio a la Mejor Película Mexicana en el Festival de Cine de Guadalajara, Mejor Documental en el Festival de Cine de São Paulo y en el Festival de Cine de Jerusalén, entre otros premios, es un relato sobre los choques entre las distintas culturas que conviven en México, un país que, a juicio de la cineasta, “vive una esquizofrenia tremenda” porque no reconoce su condición de país multicultural.
El Inmortal (2005) fue el documental elegido para cerrar la reapertura de la MoMA en Nueva York y ganó el premio al Mejor Documental Latino-Americano en el Festival de Cine de Guadalajara. La proyección de la película en Nicaragua, que trata sobre la división de una familia durante la guerra en el país centroamericano, provocó en el público reacciones “sorprendentes” para Moncada, porque le mostraron “que el tiempo cura menos de lo que pensamos”.
La Sirena y el Buzo es su última película, estrenada en el International Forum of New Cinema de Berlín el pasado Febrero de 2009. Esta última película se desarrolla en la Costa Atlántica de Nicaragua y parte de que el reconocimiento de la Nicaragua de heredera cultural española “es un retrato incompleto de mi país”, que es un país pluricultural, por eso hice esta película, “porque quiero aportar elementos a un retrato del país”. Mercedes Moncada prepara actualmente el documental Ay Nicaragua Nicaragüita, sobre la Revolución Sandinista, “algo que está todavía muy candente y que queremos.
La directora alaba la vocación formadora de MiradasDoc, que le parece “muy loable e imprescindible” y señala que se ha encontrado con “alumnos sedientos de hacer cosas y de tener una guía. Ha sido muy gozoso porque una buena parte de ellos tenían proyectos en la cabeza. Ha sido muy rico”.