Un seminario de la UIMP trae a Tenerife a los dos principales expertos mundiales en los documentos de la literatura pre bíblica
La influencia de los textos hallados desde los años 40 del siglo pasado en las cercanías del Mar Muerto, junto a las ruinas de Qumrán, en la idea que se tiene de los escritos evangélicos y su antigüedad, las aportaciones de estos manuscritos a lo que se sabía del Antiguo y el Nuevo Testamento y, en definitiva, iluminar los orígenes del cristianismo son algunos de los objetivos del curso La Literatura Judía Intertestamentaria, que organiza la delegación en Canarias de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en colaboración con el Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias (ISTIC).
Las jornadas lectivas que dirige el profesor de Latín de la Facultad de Filología de la Universidad de La Laguna, José González Luis, comenzaron el pasado martes 27 y concluyen hoy y han contado con la presencia de expertos internacionales en la materia como el profesor de la Universidad de Lovaina y director del Instituto Qumrán de Gröningen, Holanda, Florentino García Martín y el catedrático de Lengua y Literatura Hebrea y Aramea de la Universidad de Granada y director de la Biblioteca Monástica de la Institución San Jerónimo, Miguel Pérez Fernández.
González Luis destacó que “nos queda mucho por conocer sobre los orígenes del cristianismo”, lo que achaca en parte a que “carecemos de una historia de referencia ajena a los primeros testigos cristianos”. En esta línea, los Manuscritos de Qumrán y toda la literatura rabínica intertestamentaria contextualizan el ambiente histórico literario y religioso de la actividad de Jesús de Nazaret por ser rigurosamente contemporáneos. “No es poco hallar un marco donde encuadrar el movimiento cristiano pues, frente al judaísmo pluriforme (comunidades sectarias, fariseos, seduceos y otros colectivos) el cristianismo aparece como una secta judía no exclusivamente a favor de la Torá y el templo”, explicó el director del curso.
Los principales temas tratados durante el curso que se desarrolla en el Aulario del Campus de Guajara de la Universidad de La Laguna son los documentos de Qumrán, aproximando al conocimiento de dicha comunidad y su relación con otros movimientos religiosos, y la literatura rabínica, incluyendo su sistema educativo, tanto en Palestina como en Babilonia.
Uno de los expertos ponentes, Florentino García Martín, explicó que “he intentado presentar dos bloques de textos, de una parte los textos bíblicos y parabíblicos que en el contexto de Qumrán no tiene mucho sentido porque son todos textos religiosos y son autoritativos dentro del grupo, unos más y otros menos; y presentar los textos de producción propia, tanto los de normas como los que son de forma litúrgica o de forma poética, tanto los que ellos han escrito como los que han tomado, como son los judíos, y probando que estos propios pueden ser igualmente autoritativos que los que son Biblia canónica”.
Por su parte, Miguel Pérez Fernández, abordó el rabinismo y los textos producto de su práctica ilustrando desde su órbita “cómo era el mundo cuando surgieron los primeros cristianos”. Para ello disertó sobre el movimiento rabínico. “En esa nueva época el personaje líder, que va a dirigir al pueblo es el rabí (mi maestro). El movimiento rabínico es el judaísmo que tiene como líder al rabí o a los rabinos. No es un sacerdote, no hace ofrendas, no dirige un tipo de oración como los sacerdotes. Tampoco es un profeta, no habla en nombre de dios, ni es un líder político. Es un maestro y su función fundamental es enseñar, educar, aprender, estudiar. Tiene una función muy intelectual, muy sapiencial. Son sabios en el sentido de que son hombres sensatos, que tienen una visión de la vida y saben enseñar, valoran a las personas y no por inspiración sino por el estudio de la palabra de Dios escrita”, explicó.
Otra de las aportaciones de los rabinos al mundo judío, para el profesor Pérez, fue que “junto con la palabra escrita, el rabí utiliza la tradición oral, los textos del mundo rabínico. Se crea la tradición oral, que siempre es nueva porque cada generación la cambia explicándola a su manera. Y es cambiante porque hay que adaptarse siempre a lo nuevo”.
Obras rabínicas como la Misnah, “conjunto de normas legales que no están en la Biblia pero se deducen de ella y se aplican a la vida concreta”; el Mirás, “la interpretación de los textos bíblicos para adaptarlos a la vida cotidiana, los sentidos de la Biblia para diversos lugares, momentos y personas, y el Targum, la traducción de los textos al arameo, lengua popular en todo el medio oriente desde el imperio persa”, centraron la participación de Pérez Fernández.