Luis Chillida, Federico Castro y Celestino Morales debaten sobre el lugar de la obra plástica en el medio natural y arquitectónico
El museo como «continente» de las obras de arte se ha convertido en sí mismo también en una obra de referencia, con significado por sí mismo. Su ubicación en el entorno y su relación con él participan de la construcción de su identidad como espacio singular en el que se da el encuentro entre el arte y el público. Algunas de las posibles respuestas a esta expresión de identidad a través de la inserción de los espacios museísticos en su entorno se mostraron hoy en el convento de Santo Domingo en la mesa redonda «Espacios para el Arte», con la que se inició el programa de Muestras del Festival Internacional de Cine Ecológico y de la Naturaleza de Canarias.
Luis Chillida, director del Museo Chillida-Leku, de San Sebastián, y Federico Castro Morales, director en funciones del Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM), de Las Palmas, expusieron al público los recorridos de sus centros museísticos. «Se trata de contrastar la visión a través de los directores de dos museos diferentes», explica Celestino Hernández, moderador de la mesa redonda y responsable de la Muestra Encuentros con el Medio, organizada para abrir debates sobre el lugar de las artes plásticas y la arquitectura en el medioambiente.
Celestino Hernández, vicepresidente de Arte del Instituto de Estudios Hispánicos (IEHC) y del Arte Contemporáneo Eduardo Westerdahl (MACEW), de Puerto de la Cruz, destacó que el Museo Chillida-Leku está directamente relacionado con la naturaleza, en coherencia con la concepción estética de Eduardo Chillida. Hernández destacó que la creación del museo no ha supuesto una modificación del lugar escogido para su emplazamiento, un caserío del siglo XVI cercano a San Sebastián que inicialmente el escultor vasco escogió como taller y lugar para ir colocando sus obras después de la muerte de su galerista, en 1982. Hasta entonces, las obras de Chillida salían directamente hacia París, donde el galerista las distribuía explicó el director del centro, Luis Chillida.
«La idea de museo surgió después. A Chillida le encantaba al relación con el entorno y la idea de jardín como un todo y no una suma de elementos que inspira la jardinería japonesa», explicó el responsable del museo. Así, Chillida descartó poco a poco la idea de taller-almacén y acabó construyéndose este museo concebido como algo dinámico y en movimiento, «como la propia naturaleza». La mayor parte de las obras se encuentran insertas en el paisaje, pero no están clavadas en él: se mueven hacia otros centros, viajan, y el paisaje es diferente, de forma que el museo es uno distinto en cada visita, puesto que hasta el reflejo de la luz según las horas crea un entorno diferente, señaló Luis Chillida.
El vínculo de Chillida-Leku con la naturaleza es tal que en el plan de trabajo se incluyen las labores d jardinería y, especialmente, el cuidado de los árboles que pueblan el espacio museístico acompañados por las esculturas gigantescas.
Pulmón del barrio
En el caso del CAAM, el museo está inmerso en una etapa de transformación que alcanza a la sede y a su modelo de gestión. En la ampliación que se está preparando, a los edificios con los que cuenta el centro en Vegueta se sumará otro, el antiguo hospital de San Martín, que unido a los anteriores, forma un eje de 500 metros en línea recta a través del cual se desarrolla la acción del CAAM.
El antiguo hospital de San Martín, además, abandona el centro de Vegueta, el casco histórico de la capital y sede de la burguesía de la ciudad, para acercarse a los barrios populares de San Juan y San José, con los que hace frontera, y donde se encuentra con población de distintas procedencias, según explicó Federico Castro, que además de Consejero Delegado del Consejo de Administración del CAAM es Coordinador de Artes Visuales del Cabildo de Gran Canaria.
Tras la restauración, el hospital de San Martín se convertirá en el pulmón del barrio de San Juan, que prácticamente no cuenta con viario, sino con escaleras. En estos momentos, la restauración se encuentra en la primera fase, a cargo del estudio de arquitectura de Joaquín Casariego y Elsa Guerra. Cuando se concluyan las cuatro fases de restauración, el nuevo edificio del CAAM ofrecerá a los vecinos un espacio para pasear con el que ahora no cuentan.
El centro, además, evoluciona en su concepción, superando los límites del museo en sentido estricto y abrazando la concepción de un centro intercultural en el que no sólo se podrán mostrar las cerca de 2.600 piezas con las que cuenta el fondo del museo, sino que también servirá como espacio para el encuentro con disciplinas no artísticas (filosofía, sociología), centro de debate, de producción, reflexión, creación y formación en el nivel de iniciación. Los 5.000 metros cuadrados con los que contará el edificio una vez concluidas todas las etapas de restauración acogerán la biblioteca y el Centro de Documentación del CAAM e incorporarán ámbitos de trabajo y formación asociados a las artes visuales y a la creatividad a través del diseño «de procesos, no sólo de objetos», explicó Federico Castro.
Última llamada del planeta Tierra
La muestra Encuentros con el Medio incluyó el estreno en España de la película Última llamada del planeta Tierra (Last Call from Planet Earth), del realizador belga Jacques Allard. La cinta sitúa al planeta al borde del abismo y a la humanidad ante una cuestión de supervivencia. Sólo es posible una solución: el desarrollo sostenible, aplicado de forma rápida y eficaz. Sus procedimientos son imprescindibles en la arquitectura y el urbanismo y es preciso construir de manera diferente: aplicar la energía solar, los materiales reciclables, cambios en el diseño de la ciudad, casas pasivas y la arquitectura bioclimática. Muchas respuestas posibles para un problema ya tópico.